Invertir en líneas eléctricas: El camino hacia la transición energética

10 de Marzo de 2023

 

  • Se espera que la demanda de infraestructuras de energía eléctrica aumente significativamente a medida que se avance hacia una economía baja en carbono

 

  • Cada vez se concibe más a la red eléctrica como una “columna vertebral” o “autovía” hacia la transición energética

 

 

 

El debate sobre la inversión en infraestructura eléctrica para apoyar la transición energética se ha llevado a cabo durante décadas, sin embargo, en estos últimos años el interés y la conciencia pública sobre su importancia ha avanzado a pasos agigantados. Esto se debe a una doble realidad: por un lado, vivimos en una sociedad cada vez más preocupada por el cambio climático; y por otro, ha aumentado el uso de tecnologías renovables, como la energía solar y eólica.

Cada vez hay más estudios que apoyan esta teoría. La investigadora BloombergNEF ha estimado que, de cara a 2050, es fundamental invertir en una red eléctrica de 152 millones de kilómetros para satisfacer las demandas que requiere un modelo energético cero emisiones. Dicha inversión deberá enfocarse en el desarrollo de redes eléctricas inteligentes, indispensable para incorporar las energías renovables al sistema eléctrico; y en la digitalización de instalaciones y la incorporación de inteligencia artificial a los procesos, como un gemelo digital de la red, para mejorar la eficiencia, estabilidad y resiliencia de la red de distribución y el sistema eléctrico en general.

Pero ¿por qué es necesario hacer una inversión millonaria en la red eléctrica? En esencia, una infraestructura de transmisión y distribución adecuada para llevar la energía renovable a los lugares donde se necesita es fundamental. La construcción de líneas de transmisión y subestaciones para conectar las fuentes de energía renovable con la red eléctrica, así como la distribución de energía renovable a hogares, edificios y empresas, es un paso que no nos podemos saltar en el camino de la transición energética.

En particular, para aprovechar al máximo los recursos renovables, se debe invertir en líneas eléctricas de alta capacidad y de larga distancia, ya que a menudo estos recursos se encuentran en áreas remotas, lejos de las principales áreas de consumo.

Mejorar la infraestructura de transmisión y distribución garantizará que la energía renovable esté disponible cuando sea necesario, e independizará al sistema actual de las energías no renovables en pro de un futuro más amable con el medioambiente. En definitiva, se trata de garantizar un suministro de energía seguro y sostenible a medida que avanzamos hacia la economía de cero emisiones.